"No se durmió de golpe, si no de a poco, y ni siquiera se durmió del todo.
Más bien era sentir y ver en completo silencio,
en la zona de errabundeo de su mente, escasa en relación con la zona negra,
fluctuar y después desaparecer las ciudades ya muertas, volviendo en procesión,
y las caras desvanecidas reaparecer por un momento y disolverse en humo amarillo,
sin la constancia necesaria para probar su antigua realidad."
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