"Ocurre muy de vez en cuando. Chirría el eje de la tierra y esta se para. Y entonces se para todo: tormentas, navíos y las nubes que pastaban en los valles. Todo. Incluso los caballos en los prados se quedan inmóviles como en una partida de ajedrez por jugar.
Y un instante después el mundo se pone de nuevo en movimiento. El océano traga y regurgita, los valles humean y los caballos pasan del campo negro al blanco. Se oye también un sonoro chasquido de aire contra aire.
("Cuando el mundo se detiene", Poesía Completa, Zbigniew Herbert.)