..."Surgen los trenes. Las reses se levantan
allá en los grandes galpones de madera.
... Mi abuelo se despierta,
...y contempla, como ayer, al trigo.
Debe andar mi abuelo por los campos recién arados
hablando con los pinos, espantando gorriones.
Mi abuelo tiene una voz profunda, aprendida del tiempo.
El campo está solo, tembloroso. Y él lo mira".
(Fragmento de "Un jinete nocturno en el paisaje", del libro "Para ángeles y gorriones", Jorge Teillier.)