"Hace un siglo, en una tarde como esta, la gente estaría tomando fresco en la galerías de su casas, o en los escalones del porche. Las amas de casa habrían terminado de lavar los platos y barrer la cocina por última vez ese día, los hombres habrían recogido la manguera después de regar el césped. ...
Bastaban los escalones de madera o unas sillas de cocina que sacaban fuera.
Conversaciones sobre el tiempo o un caballo fugitivo ...".
(Alice Munro, A la vista del lago, del
libro "Mi vida querida", Lumen, 2013)