"Su vista se ha cansado tanto de ver pasar
los barrotes, que no retiene nada.
Le parece que hubiera mil barrotes
y tras los mil barrotes ningún mundo.
El suave andar, de pasos elásticos y fuertes,
que se vuelve en el más mínimo círculo,
es cual danza de fuerza en torno a un centro,
donde aturdida está una gran voluntad.
Sólo a veces se aparta, sin ruido, la cortina
de la pupila… Entonces una imagen penetra,
atraviesa la calma en tensión de los miembros…
y deja de existir dentro del corazón"..
(La Pantera, R.M. Rilke, Jardin des Plantes, Pars)