"No detenerse. Y cuando ya parezca que has naufragado para siempre en los ciegos meandros de la luz, beber aún en la desposesión oscura, en donde sólo nace el sol radiante de la noche. Pues también está escrito que el que sube hacia ese sol no puede detenerse y va de comienzo en comienzo por comienzos que no tienen fin" ("Antecomienzo", José Ángel Valente.)
"la lentitud es belleza copio estas líneas ajenas respiro acepto la luz bajo el aire ralo de noviembre bajo la hierba sin color bajo el cielo cascado y gris acepto el duelo y la fiesta no he llegado no llegaré jamás en el centro de todo esta el poema intacto sol ineludible noche sin volver la cabeza merodeo su luz su sombra animal de palabras husmeo su esplendor su huella sus restos todo para decir que alguna vez estuve atenta desarmada sola casi en la muerte casi en el fuego"
("A media voz", Clarice Lispector.)