Las junturas de las pierdas sobre la palma de una mano



... " Toqué la piedra con mis manos; seguí la línea ondulante,
imprevisible, como la de los ríos, en que se juntan los bloques de roca. 


 ...  en el silencio, el muro parecía vivo, sobre la palma de mis manos
llameaban la junturas de las piedras que había tocado…


-Puk´tik´yawar runi – exclamé frente al muro, en voz alta  ...  
repetí la frase varías veces.


 ... - Cada piedra habla. Esperemos un instante.


-No oiremos nada. No es que hablan. Estás confundido.
Se trasladan a tu mente y desde allí te inquietan.


-Cada piedra es diferente. No están cortadas. Se están moviendo".



(Fragmento de "Los ríos profundos", José María Arguedas.)