Con un trozo
de carbón
Con mi gis roto
y mi lápiz rojo
Dibujar tu nombre
El nombre de tu boca
El signo de tus piernas
En la pared de nadie
En la puerta prohibida
Grabar el nombre de tu cuerpo
Hasta que la hoja de mi navaja
Sangre
Y la piedra grite
Y el muro respire como un pecho.
("Garabato", Octavio Paz)