XXIX
La hiedra reverdece en la pared del patio,
un brote se asoma a mi ventana
y me explica por qué has venido,
de qué aire
la luz violeta
se cubre de estrías doradas
y tus ojos, como un milagro, amanecen.
(Alberto Szpunberg, "El libro de Judith")
La hiedra reverdece en la pared del patio,
un brote se asoma a mi ventana
y me explica por qué has venido,
de qué aire
la luz violeta
se cubre de estrías doradas
y tus ojos, como un milagro, amanecen.
(Alberto Szpunberg, "El libro de Judith")