XII
Hojas
como alas
en
el viento,
sorprendidas,
por
temor de la sangre,
íntimos
ríos,
que
llevamos y nos llevan
al
encuentro de nosotros
como
un pálpito
en
el eco sostenido del silencio.
(“Cómo
solo la muerte es pasajera”, Alberto Spunberg.)