cuando llegué, ya te habías ido,
tu casa era el otoño,
hojarasca sepia y lluvia negra.
te busqué en las huellas de ceniza
en el rastro a sien de las almohadas
--- pero ya no había olor a luna en los besos
y era en vano buscar en los bolsillos vacíos
la polinómica que reduce la soledad
a fumar y tomar de más,
hasta volverse humo sobre el agua,
una nube baja ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentarios