
ni más acá del límite que imponen
nuestros ojos,
pero esta belleza que se escurre entre los dedos
es cualquiera de tus miradas,
escamas, olor a sal, acaso un puerto
al que finalmente llegamos
sin otra paz que el mar entre las manos,
el viento en los pulmones".
("Encendida calma, XXIII"; en "Poesía reunida", Alberto Szpunberg.)