("Confieso que he vivido, Memorias, Pablo Neruda)
"Era un atardecer tranquilo y melancólico. El otoño doraba dulcemente el aire, poblándolo de un presentimiento de naranjas, y se abandonaba con pereza de aroma frutal sobre el mundo, como una mano satisfecha de caricias". Juan Enrique Acuña (Posadas, 1915 - Buenos Aires, 1988) - *El fragmento citado fue tomado de "El canon de la periferia
El archivo literario de Misiones" de Karina Beatriz Lemes y Mercedes García Saraví.
"... Y las palabras salen de nuestras bocas como mariposas doradas" ("El hermano Quiroga", Ezequiel Martínez Estrada)
.. "La tarde era una lágrima colgada sobre el mundo" (Juan Enrique Acuña, Misiones.).
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