Como si la muerte tuviese pasos de seda

"Ahora ya sabía lo que era el dolor. 
Dolor no de recibir golpes hasta desmayarse. 
No de cortarse el pie con un pedazo de vidrio 
y recibir puntos en la farmacia. 
Dolor era eso que llenaba todo el corazón, 
con lo que la gente tenía que morirse, 
sin poder contarle a nadie el secreto. 
Dolor era lo que me daba esa debilidad en los brazos, 
en la cabeza, 
hasta en el deseo de dar vuelta la cabeza en la almohada". 



(Fragmento de "Mi planta de naranja lima", 
Jose Mauro de Vasconcelos.)

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