Shang Yang


"Además del dragón, los agricultores chinos disponen del pájaro llamado shang yang para obtener la lluvia. Tiene una sola pata; en épocas antiguas los niños saltaban en un pie y fruncían las cejas afirmando: lloverá porque está retozando el shang yang. Se refiere, en efecto que bebe el agua de los ríos y la deja caer sobre la tierra.
Un antiguo sabio lo domesticó y solía llevarlo en la manga. Los historiadores registran que se paseó una vez ante el trono del príncipe Ch’i, agitando las alas y dando brincos. El príncipe, alarmado, envió a uno de sus ministros a la corte de Lu, para consultar a Confucio. 
Éste predijo que el shang yang produciría inundaciones en la región y en las comarcas adyacentes. Aconsejó la construcción de diques y canales. 
El príncipe acató lasadmoniciones del maestro, y evitó así grandes desastres.
("El pájaro que causa la lluvia",   "El Libro de los seres imaginarios" Jorge Luis Borges:)

El aspero aliento del río


"Levanto la cabez y respiro hondo el áspero aliento del río. 
Entonces todo eso se me mete en la sangre y me siento vivo de la cabeza a los pies, 
como un fuego prendido en la noche".
(Fragmento de "Como un león", Haroldo Conti, Cuentos completos, Emecé, 1994.)

El bebedor de tinta

"Este animal abunda en las regiones del Norte y tiene cuatro o cinco pulgadas de largo; está dotado de un instinto curioso; los ojos son como cornalinas, y el pelo es negro azabache, sedoso y flexible, suave como una almohada. 
Es muy aficionado a la tinta china, y cuando las personas escriben, se sienta con una mano sobre la otra y las piernas cruzadas esperando que hayan concluido y se bebe el sobrante de la tinta. Después vuelve a sentarse en cuclillas, y se queda tranquilo".



Wang Ta-Hai  (1791). ("El mono de la tinta", en "El libro de los seres imaginarios", Jorge Luis Borges.)

Garabato


Con un trozo
de carbón
Con mi gis roto 
y mi lápiz rojo
















Dibujar tu nombre
El nombre de tu boca
El signo de tus piernas


En la pared de nadie
En la puerta prohibida




Grabar el nombre de tu cuerpo
Hasta que la hoja de mi navaja
Sangre
Y la piedra grite
Y el muro respire como un pecho.
                                                                                                                                                     ("Garabato", Octavio Paz)