Como si se moviesen las islas


 "El viento ondulaba la superficie del río y, por encima del río, aquel inconstante mar verde en medio del cual se afanaba. Oía el silbido enroscándose en torno suyo, como una serpiente. Y luego las palpitaciones de aquella enorme soledad. El se movía transportando ese mundo, donde quiera que fuese.
El viento había ajado sus manos y sus manos, de piel tensa y curtida. La lejanía vació sus ojos y la soledad lo tornó astraído y mustio."


El zumbido de los aviones crece y decrece sobre su cabeza de un extremo a otro del cielo.Y después el silencio. (...) Un pájaro oscuro remonta el vuelo con un chillido desolado. (... ) Más cerca está el roce constante del junco y el barro que gorgotea debajo de  sus pies".
(...) De manera que no había más que cargar el bote; el farol, la manta, el Primus, los aparejos y Olimpio, salir al medio del río y esperar. Las cosas llegaban solas

Fragmento de "Sudeste", Haroldo Conti.