Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas




... "los cronopios no se desaniman ...  y a la hora de dormir se dicen unos a otros: "La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad". Y sueñan toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios". 
                                        ("Historias de cronopios y de famas", Julio Cortázar)