Jujuy - Casabindo, Toreo de la Vincha


"Aquí la tierra es dura y estéril; el cielo está más cerca que en ninguna otra parte y es azul y vacío. No llueve, pero cuando el cielo ruge su voz es aterradora, implacable, colérica. Sobre esta tierra, en donde es penoso respirar, la gente depende de muchos dioses. Ya no hay aquí hombres extraordinarios y seguramente no los habrá jamás. Ahora uno se parece a otro como dos hojas de un mismo árbol y el paisaje es igual al hombre" ...


... "el so­nido de las campanas del campanario que no sonaban a bronce sino a violines" ...

 

" ..Plumas de suri, tintineos de bronce, ruido de pólvora, ruegos y plega­rias ininteligibles, música, desorden sagra­do; señales aparatosas para fijar este día como uno distinto ..."




... "Los an­gelitos barren y recogen las nubes del cielo de Casabindo para hacerlo más abierto y hueco a fin de que se oigan los estruendos desde le­jos".








.. "Desde una casa en esquina —cuando el viento ayudaba— llegaban sones de un yaraví en guitarra" ... 



"Una tierra seca y pobre sólo puede engen­drar gigantes", decía el Poeta". (...) 






"El artista que tañía esos sones ha muerto. Se ha derrumbado como una planta. De mo­do que su recuerdo no es más que una ilu­sión. Ahora es el viento quien resucita estos sones, el viento y el azar, que se complace en gemir, imitándolos". 

"Fuego en Casabindo", de Héctor Tizón.






Avistaje: amanecer



La noche al fin quedó sin habla. Vino un silencio nuevo, envuelto en mantas, para dejarse arropar. 

En lo que siempre creí



Lanzar la red, una y otra vez. Con paciencia de pescador . En silencio. Lanzar la red y comprender, al fin, que el mundo es ancho y no siempre ajeno. A menudo nos devuelve su rostro más festivo y amoroso. 
Gestos simples, delicados, verdaderos.
Encontar la alegría de la mano de unos ojos que saben mirar: hablan, descubren, reconocen.